Amanecer desde el espacio

Que el Espíritu nos arrebate, que arrase con todo lo viejo, no para hacer sitio a la chatarra nueva que ya grita reclamando su espacio, sino para dejar en pie lo verdadero, que es lo único que permanece y permanecerá.

Esbozo de un paso

En pocas palabras,
la frente en el suelo
y el cuerpo encogido como en la primera existencia.

Balbuceo tu nombre.
No recuerdo el sabor
ni el sonido.

Apenas hay luz.

No pienso. No sé. No merezco.
No espero.

Siento el frío del suelo sosteniendo mi peso.
Descanso.

Soy.
Eres.

Marian Quintillá (Septiembre 2000)

 

Publicado en 2019, en el Número 82 de la Revista de Literatura ALGA