Sumergiéndome en las últimas semanas de este invierno que tanto me ha invitado a estar recogida (aunque haya podido hacerlo menos de lo que habría deseado), traigo aquí un poema que elegí el año pasado para participar en el número de primavera de la Revista de Literatura Alga.

Entrar, salir… Ojalá ir siendo siempre.

Tengo pendientes unos cuantos viajes de amor.

Diary of discoveries (Vladimir Kush)

Diary of discoveries (Vladimir Kush)

HACIA LAS HORAS CUMPLIDAS

Dónde quedó tu voz,
la que resonaba bajo las frescas bóvedas de la cava,
o en la habitación de palo rosa en cuyo espejo mágico siempre apareces bella,
la de plata y cristal,
aquella cuyo sonido era el mismo que la melodía de tu corazón curioso.

Apenas ya la oigo.

Tras la puerta, su claridad iluminaba tus paisajes como nieve,
pero al salir al mundo
se volvió áspero barro,
enturbió sus palabras,
patinó en los infinitos círculos de los discos rayados,
fascinada por el brillo negro y afilado del vinilo
hasta agotarse.

Regresa a casa,
léeles cada poema dos veces a tus fantasmas
para que te recuerden quién eres.

Ve y vuelve. Ve y vuelve
con tu voz de barro, cristal o plata,
Canta palabras desafinadas o hazlas vibrar en una nota purísima,
sin saber qué surgirá cuando entreabras los labios para pronunciarlas,
y que tu corazón te arrastre a hacer viajes de amor,
a poner en peligro la quietud del sofá y del cerrojo bien echado
hasta que, al final, no quede nada por exprimir
ni que guardar en el cofre del tesoro
y toda tu herencia ande desparramada sobre la tierra.

Marian Quintillá

Publicado en el número 86 de la Revista de Literatura Alga (Primavera 2022).

Ilustración: «Diary of discoveries» (Vladimir Kush)