Recetas de la abuela
a Ursula Torá.
Mi tiempo, misceláneo cocinando poemas.
Tú, el tiempo entre fogones
friendo con amor, empanadillas.
No seas perejil, paella mía,
que el arroz, también hace el cariño
y no solo ese roce de mejillas.
Una pizca de sal, dos dientes de ajo,
Rebozarnos en huevo y pan rallado
y freírnos después a carcajadas.
y de sueño,
un tocino de cielo en tu universo
que a mano batiremos
hasta que las estrellas se hagan nata.
«Lo que no mata, engorda»- me decía mi abuela-.
Me lo comeré todo,
y si de amor no muero,
puede entonces que engorde.
Pelando la patata, esa del pecho,
con lágrimas cayendo en los pucheros
guisamos lo sencillo y cotidiano.
como sin con cebolla rehogáramos
tus miedos con mis miedos.
Te siento en cada tarro de orégano y cayena
tu eres mi sal, Malena, mi miel y mi consuelo.
Un toque de pimienta choricera.
que guardas en secreto en la alacena.
Cocinándome a besos cada noche.
con recetas de amor, las de la abuela.
Y en las mañanas,
fundes mantequilla, sonrisas y poemas
con leche condesada
en el café y avena.
Y es el Aroma a gofre y a galleta
que tan temprano me tira de la cama
cayéndome de hinojos, de rodillas.
No seas perejil, paella mía
que el arroz, también hace el cariño
y no solo ese roce de mejillas.
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