Amanecer desde el espacio

Naturaleza

Naufrago fascinada en tu crueldad extenuante,
rendida a la belleza del depredador
de largos músculos e implacable boca,
a la gracia turbadora de la presa
que huye, vencida, a muerte sin por ello perder
ni por un instante la elegancia,
a la jugosa exuberancia de la hierba,
de las tenaces hortalizas
y las indescifrables flores,
que ni siquiera pueden intentar escapar
del manso triturar de los molares
o la avidez de los enamorados.

Y me diluyo, desbordada, al contemplarte,
reducida ante ti
a una insignificante brizna de carne y verbo,
alzada sobre mi condición
y extendida a través de las impávidas montañas,
sobre el lento y profundo silencio del mar, hacia el cosmos,
trascendida por desiertos y nieves,
por ocasos y auroras,
sin saber qué misteriosos ecos,
entretejidos milenariamente con mis fibras,
me desvelan toda esta majestad
cuando la majestad no es necesaria
para morder y ser mordido.

Marian Quintillá

Publicado en el número extraordinario de la Revista Alga para las «33 Jornades de Pau i Solidaritat» del Ayuntamiento de Castelldefels y presentado en el recital poético que tuvo lugar durante las mismas el 16 de octubre de 2022.