‘La adoración del Niño’. Gerrit Van Honthorst.

 

Queridos todos.

Si algo define lo profundo de la Navidad es el misterio.

Y os deseo una Navidad profunda, misteriosa, feliz, llena de amor…

Vaya aquí, a modo de felicitación navideña, un poema precisamente sobre el misterio que escribí hace más de veinte años. Y sigo apoyando despacio los pies mientras crujen las hojas secas en el suelo de la noche.

Una vez más, elijo la imagen de ‘La adoración del Niño’ de Gerrit van Honthorst porque me parece que capta la esencia del misterio como pocas lo hacen.

Como escribió Dickens al final de su Canción de Navidad, que Dios nos bendiga a todos, sea lo que sea lo que eso puede llegar a significar para cada uno de nosotros.

 

Despacio, por la noche…

Despacio, por la noche,
cuando el cielo y el suelo se confunden,
apoyando la planta quedamente,
dando pasos de pluma,
escuchando el silencio portentoso
volverse algarabía
de vuelos y ratones, de hojarasca,
de retazos de luz…

Como se va al misterio, con las palmas
y la boca entreabiertas,
con la cara de bobo, el vuelco presto,
el latido cerval,
la garganta anhelante, la mirada…

Qué más da la mirada.
Lo mirado, que empapa y que resuena.
Dónde estás. Tengo sed.

 

Publicado en el poemario ‘El jardín incandescente’
Parnass Ediciones, Barcelona 2023.